Por María Luisa García
Hoy voy a hablarles, amigos, de un libro poco afortunado. A pesar de poseer valiosísimos ingredientes que hacen de él una excelente propuesta para los lectores, El cabo de las mil visiones, del sobresaliente periodista y escritor Luis Sexto, no ha tenido suerte en el mundo editorial cubano y, si existe como libro, se debe al modesto esfuerzo de la editorial Pablo de la Torriente que, en una escasa tirada, en la rizo, publicó unos pocos ejemplares.
¿Por qué? Pues habría que analizar algunos de nuestros mecanismos editoriales que, en ocasiones, privan al lector de excelentes textos, como este, e imponen otros ni tan nuestros ni tan excelentes. Y les aseguro que no ha sido por desinterés de nuestras casas editoriales…
Sin embargo, El cabo de las mil visiones, desde su poético nombre, vale la pena y el reclamo. Pocas veces, y lo digo como editora, me cae en las manos un libro tan bien escrito. Reúne las historias y leyendas de uno de los puntos más especiales de la geografía del país: el cabo de San Antonio, refugio de piratas y bandoleros, sitio donde la pobreza y las necesidades, el abandono y la ignorancia dieron lugar a la creación de un pequeño mundo de misterios y leyendas. Y más allá de toda esa mitología, aparece y trasciende el ser humano con sus grandezas y sus miserias.
La búsqueda de lo excepcional, herencia del avezado periodista, pone su sello en este libro. Testimonio y relato se entremezclan con habilidad para dar a conocer la riqueza de esa historia legendaria e íntima de los pobladores del cabo, la cual refleja nuestra naturaleza insular.
Luis Sexto compartió con los habitantes de esta región y supo escuchar sus conflictos sociales y personales, sus historias y leyendas, sus verdades y fantasías, sus tristezas e infortunios. Con infinita paciencia exploró su memoria y supo de traiciones y hazañas, de miedos y coraje. Lo mitológico marca la atmósfera del libro.
Su excelente manejo del lenguaje, que bien podría figurar entre lo mejor del panorama literario cubano, oscila, según las necesidades del relato, entre lo elegante y lo genuinamente popular y se caracteriza siempre por el dinamismo peculiar que le confiere a la obra.
Un escenario de extraordinaria belleza, sumido durante siglos en el más triste abandono generó una atmósfera misteriosa, donde la naturaleza deviene también protagonista. El cabo de San Antonio, límite occidental de Cuba, era sitio de paso para carabelas y galoneones que transitaban entre el golfo de México y Europa, muchas de las cuales zozobraron en su cercanía. También corsarios y piratas bordearon sus costas y se integran, aún hoy, al imaginario popular.
Esta obra fue publicada en Brasil. Sin embargo, en Cuba, apenas contamos con la escasa pero oportuna tirada de la Pablo, que vino a salvar la honrilla nacional. ¿Cuántos buenos libros, como este, no logran llegar al lector cubano? Quizás valga la pena reflexionar al respecto…
El cabo de las mil visiones, de Luis Sexto y publicado por la editorial Pablo de la Torriente es un excelente libro.
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“Quien dice libertad de prensa, dice libertad, dice libertad de reunión; libertad de reunión y derecho a elegir libremente, no solo al Presidente, sino los trabajadores a elegir a sus dirigentes. Derechos que no se pueden arrebatar”. -Fidel Castro Ruz, discurso en Camagüey, Cuba, Enero 5, 1959.
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