Por Luis Sexto
Notas ingenuas sobre blogs y blogueros
Lo han condenado. Y parece morir en un proceso de agotamiento. Según los augures de una muy acatada teoría comunicacional, “el periodismo ciudadano” o cualquier otra denominación con base digital sustituirán en lo inmediato al periodismo tradicional. Pero tengo mis dudas. Porque con casi cuatro décadas de ejercicio periodístico y con más de veinte años dedicado a la enseñanza universitaria de mi profesión y por tanto obligado a consultar las diversas teorías, me he percatado de que sobre el periodismo se suele afirmar un tanto impunemente una retahíla de impropiedades sacadas como el mago sus palomas de un sombrero: con trucos.
El sentimiento de impunidad, he dicho, flota como Dios sobre las aguas primigenias alrededor de los intelectos que componen manuales sobre la técnica y la naturaleza del periodismo, como si eligieran frutas de un árbol sin saber si caen verdes, porque siempre habrá quien les agradezca y los cite como expertos frutícolas, aunque la teoría no parta de la práctica dominada y luego conceptualizada, es decir, de maestros que enseñan lo que saben hacer. La impunidad los beneficia, porque nadie muere cuando los teóricos de espejitos mágicos y vidriería colonizadora difunden sus preceptos y principios. Si los médicos se aplicaran con tanto desenfado a la teoría de su especialidad, cuanto elucubraran equívocamente iría a la cuenta de los pacientes.
No me atrinchero en un montículo espinoso. Me hago acompañar de la flexibilidad. Y me parece provechoso el llamado “periodismo ciudadano”, todos “periodistas”, asociados en redes. Las causas verdaderamente humanas –la justicia, la solidaridad, la libertad- tendrán así un cesto de ideas y noticias que circularán con rapidez. No lo considero, sin embargo, sustituto del periodismo tradicional o profesionalizado, impreso, televisual, radial, o en cristales de la web. Al ciudadano, voluntario, espontáneo, especie de reacción en cadena que parte de la masa, le faltará en su estría fundamental la legitimación que la sociedad confiere a lo que sabe especializado y obligado por una ética, un estilo y una técnica, aunque a veces técnica, estilo y ética padezcan de achaques alevosos. ¿Hace falta describir la manipulación que la noticia sufre en los desenfoques de las cadenas predominantes en el espacio cibernético y radioeléctrico?
Y al decirlo presumo que me contradigo: Cómo los medios pueden estar legitimados por el consenso social si yo mismo los deslegitimo al acusarlos de manipuladores e, incluso, de a veces ser capaces de mentir como cualquier escolar sorprendido en falta. En fin, la violación de la norma, no la invalida. A mi modo de ver, seguirá, el lector, el televidente, y el oyente y el cibernauta buscando en los medios tradicionalmente legitimados la confirmación de cuanto dicen los blogueros. Incluso, los más confiables entre estos son aquellos cuyos autores envuelven su crédito en medios profesionales. Y ofrecen confianza, porque suele el periodista profesional de honrada y heroica conducta -por una tendencia de su formación o de su ejercicio continuado para los diversos públicos- tratar de defender su prestigio cuidando cautelosamente la veracidad o la racionalidad de las informaciones y juicios que coloca on line. En esta situación ya no servirá la excusa de que el editor o el director cortó textos o imágenes, añadió tal opinión o le colgó tal incidencia. El blogger, ya lo sabemos, es también su editor…
Ahora bien, si algún gobierno o agencia de propaganda a favor de cierta democracia le paga, ya entonces empezará a adquirir la fama de los “Herald” que muchos conocemos por su liviandad en utilizar la información periodística como arma de guerra o de dominación: magnificar ciertas noticias o acallar o ignorar otras. En Cuba, algunos de los blogs personales que difunden realidades y se autodefinen como las únicas voces verdaderas y exactas, tienen mucho de calenturientos. Por ejemplo, el multipremiado –por sus “premios”los reconoceréis- blog Generación Y. ¿Puede estar el lector seguro de que Yoani Sánchez dice sin exageraciones la verdad de cuanto sucede en Cuba, cuando se manifiesta en pública pose de provocación, llamando con sus actos de travestí a lo Gunter Wallraf, la ocasión de encabezar un “martirologio” interno que la exalte a campeona de la libertad de prensa? El hombre –escribió el cubano Enrique José Varona- no tiene garras, pero cuenta con un arma más lacerante y destructiva que las uñas del tigre: la mentira. Y sus variantes, añado yo.
No me demoraré en denostar o polemizar con los nuevas oferta de la Internet. Ese es el lenguaje de la actualidad, aunque tendrá que compartir todavía el espacio con los lenguajes y medios tradicionales. Pero sugiero cautela. El porvenir, tras la marea alta, pondrá las disyuntivas y los desaciertos en la escala justa. Y por tanto seguirá el periodismo vigente como los hemos entendido desde el siglo XVIII hacia esta fecha. Persistirá con modificaciones, readecuaciones, con innovaciones, pero será una de las instituciones válidas a fines del siglo XXI, como lo ha sido el libro, tan perseguido por hechicerías y pronósticos de caducidad desde hace varios decenios.
Lo más atinado tendrá que partir de que habrá que darle a la web y al periodismo inspirado y generalizado que propone, lo que le corresponde y al periodismo profesional lo que le pertenece. Sumariamente he utilizado la duda para juzgar esa revolución periodística. Y he de decir que empecé a ser periodista cuando comencé a ponerlo todo en duda. Esa es una de nuestras características: la suspicacia. Sospechar incluso de cuanto hacemos. Porque a veces las fallas del periodismo parten del acomodamiento, de un quehacer rutinariamente desafortunado que ignora que el periodista ha de afiliarse a la dialéctica de la creatividad, la responsabilidad y la honradez.
Notas ingenuas sobre blogs y blogueros
Lo han condenado. Y parece morir en un proceso de agotamiento. Según los augures de una muy acatada teoría comunicacional, “el periodismo ciudadano” o cualquier otra denominación con base digital sustituirán en lo inmediato al periodismo tradicional. Pero tengo mis dudas. Porque con casi cuatro décadas de ejercicio periodístico y con más de veinte años dedicado a la enseñanza universitaria de mi profesión y por tanto obligado a consultar las diversas teorías, me he percatado de que sobre el periodismo se suele afirmar un tanto impunemente una retahíla de impropiedades sacadas como el mago sus palomas de un sombrero: con trucos.
El sentimiento de impunidad, he dicho, flota como Dios sobre las aguas primigenias alrededor de los intelectos que componen manuales sobre la técnica y la naturaleza del periodismo, como si eligieran frutas de un árbol sin saber si caen verdes, porque siempre habrá quien les agradezca y los cite como expertos frutícolas, aunque la teoría no parta de la práctica dominada y luego conceptualizada, es decir, de maestros que enseñan lo que saben hacer. La impunidad los beneficia, porque nadie muere cuando los teóricos de espejitos mágicos y vidriería colonizadora difunden sus preceptos y principios. Si los médicos se aplicaran con tanto desenfado a la teoría de su especialidad, cuanto elucubraran equívocamente iría a la cuenta de los pacientes.
No me atrinchero en un montículo espinoso. Me hago acompañar de la flexibilidad. Y me parece provechoso el llamado “periodismo ciudadano”, todos “periodistas”, asociados en redes. Las causas verdaderamente humanas –la justicia, la solidaridad, la libertad- tendrán así un cesto de ideas y noticias que circularán con rapidez. No lo considero, sin embargo, sustituto del periodismo tradicional o profesionalizado, impreso, televisual, radial, o en cristales de la web. Al ciudadano, voluntario, espontáneo, especie de reacción en cadena que parte de la masa, le faltará en su estría fundamental la legitimación que la sociedad confiere a lo que sabe especializado y obligado por una ética, un estilo y una técnica, aunque a veces técnica, estilo y ética padezcan de achaques alevosos. ¿Hace falta describir la manipulación que la noticia sufre en los desenfoques de las cadenas predominantes en el espacio cibernético y radioeléctrico?
Y al decirlo presumo que me contradigo: Cómo los medios pueden estar legitimados por el consenso social si yo mismo los deslegitimo al acusarlos de manipuladores e, incluso, de a veces ser capaces de mentir como cualquier escolar sorprendido en falta. En fin, la violación de la norma, no la invalida. A mi modo de ver, seguirá, el lector, el televidente, y el oyente y el cibernauta buscando en los medios tradicionalmente legitimados la confirmación de cuanto dicen los blogueros. Incluso, los más confiables entre estos son aquellos cuyos autores envuelven su crédito en medios profesionales. Y ofrecen confianza, porque suele el periodista profesional de honrada y heroica conducta -por una tendencia de su formación o de su ejercicio continuado para los diversos públicos- tratar de defender su prestigio cuidando cautelosamente la veracidad o la racionalidad de las informaciones y juicios que coloca on line. En esta situación ya no servirá la excusa de que el editor o el director cortó textos o imágenes, añadió tal opinión o le colgó tal incidencia. El blogger, ya lo sabemos, es también su editor…
Ahora bien, si algún gobierno o agencia de propaganda a favor de cierta democracia le paga, ya entonces empezará a adquirir la fama de los “Herald” que muchos conocemos por su liviandad en utilizar la información periodística como arma de guerra o de dominación: magnificar ciertas noticias o acallar o ignorar otras. En Cuba, algunos de los blogs personales que difunden realidades y se autodefinen como las únicas voces verdaderas y exactas, tienen mucho de calenturientos. Por ejemplo, el multipremiado –por sus “premios”los reconoceréis- blog Generación Y. ¿Puede estar el lector seguro de que Yoani Sánchez dice sin exageraciones la verdad de cuanto sucede en Cuba, cuando se manifiesta en pública pose de provocación, llamando con sus actos de travestí a lo Gunter Wallraf, la ocasión de encabezar un “martirologio” interno que la exalte a campeona de la libertad de prensa? El hombre –escribió el cubano Enrique José Varona- no tiene garras, pero cuenta con un arma más lacerante y destructiva que las uñas del tigre: la mentira. Y sus variantes, añado yo.
No me demoraré en denostar o polemizar con los nuevas oferta de la Internet. Ese es el lenguaje de la actualidad, aunque tendrá que compartir todavía el espacio con los lenguajes y medios tradicionales. Pero sugiero cautela. El porvenir, tras la marea alta, pondrá las disyuntivas y los desaciertos en la escala justa. Y por tanto seguirá el periodismo vigente como los hemos entendido desde el siglo XVIII hacia esta fecha. Persistirá con modificaciones, readecuaciones, con innovaciones, pero será una de las instituciones válidas a fines del siglo XXI, como lo ha sido el libro, tan perseguido por hechicerías y pronósticos de caducidad desde hace varios decenios.
Lo más atinado tendrá que partir de que habrá que darle a la web y al periodismo inspirado y generalizado que propone, lo que le corresponde y al periodismo profesional lo que le pertenece. Sumariamente he utilizado la duda para juzgar esa revolución periodística. Y he de decir que empecé a ser periodista cuando comencé a ponerlo todo en duda. Esa es una de nuestras características: la suspicacia. Sospechar incluso de cuanto hacemos. Porque a veces las fallas del periodismo parten del acomodamiento, de un quehacer rutinariamente desafortunado que ignora que el periodista ha de afiliarse a la dialéctica de la creatividad, la responsabilidad y la honradez.
6 comentarios:
Es bueno ponerlo todo en duda, comenzando por los dictadores y las dictaduras, por los suspicaces y las suspicacias.
Buen fin de 2009 y que Cuba sea libre
Cada cual tiene que indagar para formar una opinión, basandose en fuentes que considera confiables, sin olvidar la importancia de comparar diferentes fuentes, tomando en cuenta las motivaciones de cada fuente. Bien establecido está que hasta los “testigos oculares” de los hechos fallan en su memoria con frecuencia; cuanto más los que reportan lo que otros “experimentaron”. Así que, no se trata de creerlo porque está impreso o no creerlo porque solo aparece en la red, o porque su autor no tiene título. Sin despreciar la educación, reconozcamos que la verdad es una meta, no un destino. Tengamos la mente abierta, aprendiendo de los demás, pues cada cual tiene su sabiduría individual.
Mientras más acceso hay a la red, menos literatura impresa habrá, mas eso no implica una disminución de la calidad, sino un aumento en la comunicación entre distintas sociedades y menos daño al medioambiente.
“La Democracia es derecho para unos y para otros, que se discutan todas las teorías, todas las prédicas que se escriban, que se discutan, porque el hombre es razón y no fuerza, el hombre es inteligencia y no imposición y no capricho, que se hable, que se
discuta, que lo que nosotros estamos buscando es esa libertad donde todas las ideas se discutan, en que todos tengamos derecho a pensar, libertad para escribir, libertad para reunirse, para todos los actos lícitos y legales. El hombre es verdaderamente demócrata… Y aunque sea en una esquina y donde lo oigan 20 personas si no lo pueden oír 100, ese hombre pueda expresar su pensamiento. Y si quieres sacar en
mimeógrafo una tesis política que la imprima y la reparta en la Universidad sin que se lo lleven a la estación de policía.” Fidel Castro Ruz, Ante la Prensa, CMQ TV, La Habana, Abril 2, 1959.
Yo estaba siguiendo este comentario del compañero Luis Sexto desde que salió porque estaba seguro de que a alguien le picaría. Y henos aquí con que Anónimo vuelve a saltar. Siempre hay un ave tonta que prefiere irse por la tangente. Anónimo: aprovecha que estás "anónimo" y seguro que hasta lejos, y al menos exprésate. El grito de "!Viva Cuba Libre!" lo lanzaron en la manigua cubana los patriotas mambises que lucharon por la independencia nacional de Cuba, para que no fuera una colonia de España. Anda a estudiarte la poesía "Mi Bandera", del matancero Bonifacio Byrne, y luego llégate por aquí. Entre col y col: !Felices Navidades! (Amels Sors)
En 1993 comienza el fenómeno de los blogs y, desde entonces, es ya una corriente imparable.Siempre habrá una lucha entre lo viejo y lo nuevo,entre métodos antiguos y modernos, y el tiempo como siemppre, dirá la última palabra.
Yo tambien estaba esperando para ver quien se decidía a poner su primer comentario..Anónimo exresó su opinión desde la oscuridad de su anonimato y reflejó en el mismo un poco de:"veneno en la olla"endulzada con un deseo de felicidad en el próximo año nuevo.
Seguidamente Ken, nos da una definición de la democracia,entre comilla,como una cita que nos tiene en espera de quien la habría dicho y, desde esa sutileza, que critica al principio, no nos dice el nombre del autor de la misma hasta el final,como si pretendiera dar una fina estocada de espada.!Sutil como Ciceron en el proceso de Verres!.
Es cierto que todos no podemos tener la oportunidad real de ser letrados y diplomados.Ni podemos tener la oportunidad de un buen maestro que nos encamine en la profesión periodística,ni quien nos de la oportunidad en las paginas cuasi sagradas de un periodico tradicional.Yo todavia recuerdo las cajitas que se ponian o, quizás aun se pongan, en los establecimientos comerciales, que eran una invitación a que se elevaran "quejas y sugerencias"quizás preteniendo sin saberlo, al nacimiento del blog cibernético.Esa fórmula de expresión arcáica ha sido superada por el blog moderno, como un paso de avance en la sociedad moderna.
El análisis de la verdad como meta o como destino,se puede ilustrar como un carro cuyas cuatro ruedas son la verdad cada una una como individualidades y como un todo.el carro no caminará con solo tres verdades que no lleguen a un todo bien armónico que la conforme como verdad total.
Como dijo Jaime Balmes en el Criterio, las cosas se ven diferentes segun la distancia de donde se miran.
El blog o los bloguer incuestionablemente que llegaron para quedarse, y juegan y jugaran un papel de gran importancia en la información y en la discusión de cualquier tema humano o divino.YA NO SE NECESITA LA CAJA DE QUEJAS Y SUGERENCIAS.
Rev leonides Penton Amador
.
El fenómeno de los blogs no comenzó en el 1993.
Ahora hay muchos, pero el primero en brindar este servicio fue blogspot, más de diez años más tarde y que ahora pertenece a google.
Cierto que los bloguers se autodefinen como unicos en las verdades y no siempre describen la realidad del cubano de a pie, pero es una forma mas de acumular opiniones y encontrar siempre alguna razon buena y realista, honesta y sin doble fondo para meditar..la prensa oficial tampoco describe al 100% las verdades de cuba , los acontecimientos etc y muchos periodistas , que cobran su salario , tampoco lo hacen..Mundo complejo el actual
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