jueves, 5 de noviembre de 2009

CUBA: FILOSOFÍA DE LOS OLORES

Por Luis Sexto

Lo político pudiera ser un detalle vinculado al olfato si reconociéramos que a Cuba se le puede percibir en diversos olores. Los emigrantes que se paran sobre el punto que marca las noventa millas entre Cuba y los Estados Unidos en Cayo Hueso, al olisquear el aire creen sentir el olor de la nostalgia. Y si fuera solo la morriña gallega, la añoranza por el país de origen, los amigos, la lengua, no fuera peligrosa; quizás anticipara un estado poético. Pero muchos de cuantos se recuestan del lado de los recuerdos, añoran la Cuba sin revolución. Y ese sentimiento de vacío se convierte en violenta potencialidad, en peligroso deseo de revancha.

Parejamente, en La Habana, muchos de cuantos se suben en el muro del Malecón a pasar las horas frescas de la noche, y tantean con la nariz el norte, reciben el olor de la desconfianza o de la esperanza, dependiendo el primero de la actitud política favorable a la revolución y el segundo, en un apreciable grado, de las aspiraciones económicas. Tal vez esos tres -nostalgia, desconfianza y esperanza- sean los olores básicos que el aire del mar ofrece a los cubanos del lado de allá del estrecho de la Florida y del lado de acá, desde donde escribo.

Al llegar a tal conclusión, uno lamenta la azarosa providencia geográfica que puso a la Isla de Cuba a emerger en esta posición tan crucial, fiel de América que dijera Martí, crucero entre el Viejo y el Nuevo Mundo. Es fácil reconocerlo: ha sido un incómodo destino existir tan solo a cuatro brazadas del país que alcanzaría tanta influencia y poder como para que los cubanos lo viéramos, unos, como la "tierra prometida" y, otros, como el sitio de donde dimanan toda amenaza y todo riesgo.

Parece claro: la fase violenta, vengativa de la nostalgia en Miami, influye directamente en el olor de la desconfianza que muchos cubanos huelen, ayer y hoy, en el lenguaje agresivo de los medios del llamado exilio y, por supuesto, de las instituciones de Washington. Con cincuenta años de argumentos, está justificada la sospecha acerca de qué se puede esperar de esa ciudadela de la contrarrevolución en que se convirtió Miami desde 1959. Y así, mientras el conflicto ideo político esté planteado en términos hostiles, a los cubanos que respiran en la isla les resultará fácil defenderse: reconocen al enemigo; coliman el blanco, y hallan en la posibilidad de la agresión las justificaciones para la resistencia numantina.

No resulta tan simple, en cambio, anular o disminuir la intensidad del efluvio de "esperanza” que otros cubanos creen sentir cuando abren las ventanas de su olfato con un ademán también nostálgico, pero de una nostalgia distinta: la que añora lo que no conoce y estima como el sésamo ábrete que decretará la prosperidad personal. La emigración, legal o ilegal, pues, se erige en fórmula básica para que los que aspiran a vivir presumiblemente mejor, toquen su "sueño americano".

¿Cómo habrá de impedir la Cuba socialista los olores que, envueltos en blanco de nubes, llegan tentando a muchos, en particular a jóvenes, en cifras inquietantes? En esta faceta de las hostilidades entre ambas orillas, los cañones no resuelven. No soy el primero que lo afirma. Y me parece que, a pesar de cualquier aparente duda de los habitantes del archipiélago cubano que no hayan tenido oportunidad de asumir otra posición que no sea la del "espectador crítico", las ideas más lúcidas en Cuba tienden a percatarse de que para reducir el trasiego clandestino de personas y los efectos de la ley de ajuste migratorio que lo estimula, lo primordial será cuanto se haga dentro del país, para que nadie tenga que buscar en el extranjero lo que podría tener, aun más modestamente, en el interior. Y sin esperar a que la racionalidad germine entre los asesores y ejecutivos del poder político en Washington.

Hasta ahora, en los últimos 20 años, Cuba ha resistido siguiendo una estrategia que ha apostado mayormente al tiempo, al tiempo que depare un golpe de suerte, toque mágico que haga brotar el subsuelo la riqueza que pueda financiar necesidades e incluso ineficiencias. Pero el tiempo suele también no traer lo que esperamos. Y con notoria ansiedad ante las posibilidades de desarrollo interno, percibimos un nuevo olor: el de modificar, ahora, estructuras económicas que promuevan una respuesta creadora a las urgencias presentes. En Cuba, como dije una vez, las cosas a veces se conciben, maduran y pasan soterradamente. No olvidemos que la desconfianza en los actos procedentes de los Estados Unidos y sus adeptos condiciona cualquier movimiento interior. Aparte de las trabas y distorsiones burocráticas, que son otro tipo de enemigo, las cautelas rodean las decisiones que a veces creemos demasiado lentas. ¡Cuidado!, dice un combatiente suspicaz: el enemigo está al tanto de cualquier grieta. Pero la sociedad cubana, por muchos años rigidizada, sacude el almidón que la inmovilizaba en su lealtad a un paradigma socialista ya descalificado por la historia. Y aclaro: No es que el socialismo haya fracasado, sino que el modo de implantarlo fue el que se frustró en Europa por su incapacidad de autorregularse.

Cuba, en efecto, sigue moviéndose, aunque lentamente, dentro de la lógica de su olfato político: cambiar lo caduco sin comprometer la solidez del poder de la Revolución. El reciente de decreto ley 268 sobre la multiplicad de empleo, es, a juicio de este articulista, una medida de fondo, junto con el decreto sobre la entrega y usufructo de tierra. A partir de ahora, si la burocracia no nos entretiene, el individuo tendrá mayor espacio para decidir y definir su situación doméstica. Ya no habrá que esperar la mano dadivosa del Estado para un aumento de suelto o de pensión, que por momentos hay que aplazar. Si usted lo necesita o si quiere vivir más holgadamente podrá trabajar más. Por primera vez el principio de que el trabajo sea la verdadera fuente de riqueza y bienestar, empieza a formalizarse en un cuerpo social y jurídico, sin más limitaciones que las que tiendan a preservar la legalidad escoltada por la razón.

Tal vez exagero, o quizás soy, por esta vez, demasiado optimista, pero un olor de esperanza renovada hace sus espirales en el aire un tanto espeso de Cuba; no la esperanza que ciertos ánimos inconformes buscan fuera, en el oropel de una promesa muy costosa, sino la que empieza a gestarse como premisa para trascender la insuficiencia y solidificar el olor de justicia que trajo la Revolución. Mi olfato cree que el desencanto equivaldría a la ruina. (Publicado en Progreso semanal)

5 comentarios:

La Mano Amiga Internacional Inc dijo...

El asunto de los olores me recuerda al Rey Salomón cuando en el Cantar de los Cantares.decia:"por el olor de tus suaves unguentos..."
O cuando el apostol Pablo,hablaba del:"olor de muerte para muerte y el olor de vida para vida"tratándose del evangélio y su aceptación o rechazo.
Nunca había pensado en un olor llevado a categoría de la política o de la filosofía.
Recuerdo un pasaje del Lazarillo de Tormes,cuando éste le dijo al ciego:"oliste el olor de la longana y no el olor de la ventana"
En este olor sextoniano,olor de la nostalgia poética,de los revanchistas,de la desconfianza,de la esperanza,y de cambios extruturales..se percibe un horizonte menos dogmático y por lo tanto más creador y pertinente.
Si el oráculo de Delfos decia:'conócete a ti mismo"tratándose de el individúo,el mismo es válido para el análisis de los pueblos como un todo.Asi es válido occilar entre un:"?voy bien.."o un:"Quo vadis."
Es esa la dinámica de todo proceso humano.
Ya el filósofo se preguntaba si quitando una pieza de la estructura del barco y poniendo otra nueva pero igual,si este era un barco nuevo el mismo barco.
Si se cambia la economía tiene que darse en rigor un cambio de estructura,
En el campo eclesial se dan cambios a lo Lutero, y en el campo social,cambios a lo Debrey porque el "mundo jira"Según Jaime de Aldeaseca, y se mueve según Galileo.
Los grandes principios éticos son incomovibles.El amor,la justicia, la verdad,la solidaridad y otros semejantes permanecen para siempre.todo lo demas,es suceptible de transformaciones.

Rev LeonidesPenton Amador

alonso dijo...

luis tienes razon , se percibe el olor de la esperanza y la libertad parA LOS cubanos,pero los anquilosados que detentan el poder se van a aferrar a el con unas y dientes ,lo demuestran con la reprecion estilo pinochet contra yoani sanchez,en cuba la revolucion termino,ahora se impone el cambio y una nueva revolucion ,lo dicten las leyes de la dialectica, no hay poder eterno,y menos con el pueblo en contra de la tirania.

alonso

Luis Sexto dijo...

Alonso: qué pruebas tiene usted de que Yoani fue golepada. Que lo haya dicho el Herald no es ninguna prueba? Mire, aquí en La Habana se da un grito en un extremo y se oye en el otro. Además, cómo es posible que nadie lo haya visto, que nadie lo comente en la calle. No olvide que vivimos en un país donde si un agente del orden, un policía maltrata a un ciudadano, tiene que asumir un proceso judicial. Fíjese si estoy seguro de que no fue golpeada, de que es solo una espectáculo más para acrecentar la fama de la bloguera, que no vacilo en publicar su comentario. Usted sabe que este dominio solo los admite si el titular del blog los autoriza y yo lo he hecho, porque creo en la diversidad y confrontación de opiniones. Habría que ver si, en alguna otra parte, a mi me dieran esa oportunidad. Recuerde que hemos de mantener una ética, un respeto por lo que cada cual cree y defiende. Esos son los términos: hace falta altura. No digo que usted no la tenga, sino reitero lo que creo he puesto en la portada como advertencia, de modo que podamos seguir debatiendo honradamente. Saludos, Luis Sexto

La Mano Amiga Internacional Inc dijo...

La Mano Amiga Internacional Inc dijo...
sábado 7 de noviembre de 2009
Creo que el comentario del Sr. Tato corresponde al trabajo sobre los olores que aparace en este mismo blog.
No creo correcto que si le preguntan a Pedro conteste Juan, no obstante daré mi opinión sobre las interrogantes de Tato aunque sea someramente.
Miami es una ciudad desde el punto de vista político- administrativa. y arquitectónicamente es bella y armoniosa.
Pero es una ciudadela en cuanto a su alboroto,desorden y tránsito de muchos males.Uno de ellos es la intransigencia.la verborrea radial alienante, el fraude del medicare y todo tipo de irracionalidad en lo tocante al tema de Cuba,y otros muchos ctc más..
Sobre la salida de los cubanos de la Isla hacia Miami y otros países,Ya el autor del artículo dá su opinión y demanda la atención necesaria para que se den las condiciones internas necesarias para que tal "tentación"no siga probocando el éxodo de los cubanos.
Lo que yo pienso sobre este trabajo,analítico y enjundioso,es que pudiérase clarificar sobre lo que se quiere decir con el asunto del trabajo como fuente de la solución al problema de las salidas.Yo creo que no se puede confundir trabajo con salario, porque muchas veces el salario no es suficiente en si mismo para garantizar una vida medianamente regular.
Para que la persona no esté a la espera,cual pichon, como se ha dicho,tiene que tener la posibilidad de liberar toda su energía creativa y empresarial. lo cual no está reñida de ninguna manera con el socialismo.Como se podrá observar en el trabajo, publicado en Juventud Rebelde:"Le sumba el mango" una cierta cadena de distribución se rompió por falta de transporte,combustibles, paletas ctc y el pueblo se
quedó sin mangos en la parte oriental de Cuba.Muchos recordaran como en las bodegas de la Habana se perdia el berro al no haber hábito de su consumo,perdiéndose de una manera miserable comustible, y horas hombres de trabajo.Pero las metas de distribución de berro se cumplían.Muchas de esas cosas relajan la moral socialista o mejor dicho, la moral del socialista.pues la moral si se adjetiviza pierde su significado a la sombra de la ideologización, sea esta cristiana,capitalista o de otra cualquier naturaleza.
Si estas distribuciones fueran implementadas racionalmente y se pusieran en manos de pequenos comerciantes sin intermediarios estatales entonces los resultados serian más eficientes.Ya hemos visto como se ha vuelto a la distribución de la leche casa por casa a la antigua.
Es cierto que la solución de los problemas de Cuba no vendrán del Norte y del petróleo que subyace en las entrañas de la tierra, la solución está en la liberación de toda la potencilidad creativa del cubano.Vivir para ver.

Rev Leonides Penton Amador

alonso dijo...

luis
no dudo de su integridad como periodista ,pero no fue en la prensa de miamien la cual no creo ni leo por mediocre, donde se publico la referida noticia ,fue en multiples sitios noticiosos internacionales tanto de america como de europa .
en cuanto a que la informacion corre de boca en boca es cierto ,lastima que no sea publicada en la prensa oficial,cosa que todos sabemos tambien.de ahi vienen las dudas.
los periodistas revoluconarios en 1959 ejercieron la libertad de prensa mediante la coletilla,no cree ud que se impone recuperar aquella libertad.